martes, 19 de julio de 2011

- Lo se, se que te hice daño, entiendo el rencor, la rabia, todo pero escúchame al menos. Hablaré claro... Tú fuiste como un globo para un niño pequeño: algo por lo que llora cuando no se lo conceden, lo que le causa una sonrisa cuando lo consigue pero lo que al darle poca importancia, se le resbala y vuela, hecha a volar, y volando se va. Cuando el niño se da cuenta de lo que realmente ha pasado llora, vuelve a llorar, lo ha perdido, seguramente para siempre. Pero esta historia viene con final feliz, el niño encuentra su globo en un árbol, lo ve, ya casi puede alcanzarlo, ya lo tiene, vuelve a ser suyo y hará todos los nudos que hagan falta y mas para que nunca, repito, NUNCA, se vuelva a escapar. Me entiendes ya? 

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